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dimarts, d’octubre 12, 2010

Días 15 16 i 17 road to Pushkar, el ataque de los hombres croqueta, it's medievo again...




JK estaba en lo cierto. Cuando llegamos, descubrimos que Pushkar era un refugio natural para los occidentales, pero no los que buscan la cultura, si no de los que buscan ... el misticismo y los viajes astrales a base de ayuda química...

Eso sí, los hoteles a petar. La primera noche la pasamos en una habitación que, en comparación con los hoteles cápsula de Tokyo, era minúscula.. parecía una partida de Twister: un pie en el wc, otro encima del ventilador (con un serio problema de desdoblamiento de personalidad, o se creía un rotor de helicóptero o una lámpara fundida). A la mañana siguiente, encontramos habitación en el hotel de delante ... la antítesis. Las fotos son toda la explicación que tenemos que dar sobre el hotel. Eso sí ... existen probabilidades de que el local esté gestionado por muchachotes traviesos, pocas mujeres trabajaban allí.... De hecho, menos la "madre" (unos 136 años de mujer) y una muchacha que apareció el último día, el resto eran turistas....

Con el hotel resuelto, nos fuimos a buscar los billetes para irnos a Bombay o Mumbay, como lo queráis llamar, ya que también se nos acababa la compañía de Vicram (al final, gracias a que él mismo lo escribió, ya sé seguro como se llama). Nos despedimos de Picram en la entrada del barrio a antiguo de Ajmer, donde nos dio un ultimo consejo ... No os fiéis ni del aire... como si no lo hubiésemos aprendido...

El barrio antiguo conserva su "encanto" desde unos 1700 años antes de cualquiera de los dioses locales, es el medievo, pero con teléfonos y televisiones con vídeos proféticos en cada esquina.

Una de las cosas que se conservan de la época del medievo es la antigua tradición de lanzar a los lisiados cuesta abajo (los templos y mezquitas están en las cimas de la ciudad), lo que hace la ascensión como una partida del Donkey Kong en vivo.

La mezquita principal esta regentada por una visión del islam mas hippy, con una base en compartir y respetar, (como en casa, vamos) donde según nos contó un hombre muy amable del templo, todas las religiones son bienvenidas, siempre que se respeten, hombres y mujeres pueden estar juntos ... Interesante...

Tras la visita, nos aventuramos a coger el bus (o borreguero ... según qué punto de vista escojas) que nos dejo en Pushkar, donde después de tener que explicarle un par de veces a un camello local de dos patas que lo único que le compraría es uranio, nos pusimos a pasear por el mercadillo local (local es un concepto de lugar ... estaba plagado de occidentales y más de uno no tenía muy claro dónde estaba).

Por la noche pudimos asistir a una pequeña demostración del "ball de bastons" local, que casi acaba mal cuando un niño pesado insistía que le diera el reloj y/o el teléfono. La explicación, aunque en perfecto castellano, la entendió perfectamente.. (él y todos los que estaban a un par de quilómetros a la redonda... Sí, en la India descubres tu verdadero "yo"... El mío tiene un karma como para más temporadas que Belleza y Poder, de Me Llamo Earl).




A la mañana siguiente, con los fardos preparados para el resto de la aventura, salimos a disfrutar de Pushkar, una ciudad llena de historia, templos y cosas a visitar... Pero que sólo las visitan los locales ... y algún despistado, que confunde el olor de incienso con otra cosa.

Después de despedirnos del hotel y sus "amigables" gentes (sigo sin tener claro que un pellizco en el culete y un cachete en la nalga sea símbolo de buen viaje.. a Ester ni la han mirado) salimos a la aventura del tren.



-- Desde Mi iPad ... Exactamente donde se pueda....

^^c(_)

2 comentaris:

xaviwan ha dit...

no es veu CAP foto...

al nen aprenent de 'pandillero' suposo que li vas deure de donar el 'consejo gratis de la noche', no? ;)

Anònim ha dit...

A este paso hablaran en la india de un dios que no sabran si es el del trueno o el del iogurt caducado....

mari