Día 12 i 13, del desierto a los árboles que caminan!

Como buena ciudad en el punto negro del mundo... internet gratis... como que no es lo que se estila ahora mismo, y los numerosos puntos de conexión de internet no dan mucha fianza cuando al intentar entrar en el correo te pide los números de tarjetas de crédito, así como los códigos de seguridad... y mira que el chico de la puerta parece simpático, todo y tener las patas de madera y un loro de mascota ...

Así que, esto lo vamos escribiendo de camino. El conductor cada vez nos mira mas raro... me parece que no somos el concepto de turistas que el tiene... eso sí, este es buen tío ... por la cuenta que le trae.

En fin, regresemos al viaje, que mis paranoias no son lo importante... ¿¡o sí!?

Con el sol iluminando el fuerte, mientras tomamos el café matutino, los curreles se levantan de sus tejados (en serio, duermen allí... ¿qué clase de monstruos habitan bajo sus camas?) y algunos practican un poco de gimnasia matutina haciendo círculos en el medio de la terraza ... merece la pena levantarse temprano para ver el espectáculo, es mejor que los comerciales cutres de la tele o las telenovelas taladra-timpanos que dan por la tele... es como si hicieran una versión cutre de Arkaham Assilum ! .. Aquí no se salva ni el apuntador!

Pues eso, con el café camino de los pies y el sol guiando nuestros pasos, nos plantamos en el fuerte que corona la ciudad para tener la sorpresa que aquí, los funcionarios de monumentos, no viven mal. Horario a partir de las 09:00 o 09:30, según suene el despertador.




Mientras esperamos que abran el fuerte, decidimos pasar desapercibidos una vez más. O sea, Ester se lía ha hablar y hacer fotos, y yo me lo miro con resignación... me planteo seriamente cobrar entrada... seguro que volvemos en jet privado!

Después de disolver las masas y rescatar a Ester de un mal negocio (pocas cabras me dan ya por ella... pero por mi dan un par de sapos muertos...) conseguimos entrar en el fuerte, eso sí, en una cola que parecía un concierto para quinceañeras ...

Tras el paseo matutino entre la opulencia buscamos de reojo que no pasara algo raro... tanta gente no es normal, pero por la media de edad será algún concierto de un Dyango local ... tampoco nos vamos a quedar a ver como caen dentaduras y prótesis en el escenario ... ¿no?

Salimos de Mehrangarh (que parece el nombre en finlandés de un grupo de metal) hacia Ranakpur, un megatemplo con unas 1500 columnas todas diferentes que Ester se ha encargado de cartografiar, fotografiar y etiquetar (anoche hablaba de unas reformas en el piso .... ¡miedo me da!).




En el templo descubrimos una imagen a la vez que curiosa, estremecedora. No sé como han dudado durante tanto tiempo de los vínculos entre las culturas de Sudamérica y las Indoeuropeas... ¡si el templo esta el ejemplo de Shiva mariachi y sus 4 compadres!

Eso sí, como detalle curioso, el templo esta en medio de la selva, pero la selva está viva: ya sabemos donde están las mujeres de Barbol... ahora son pequeños setos que se mueven con forma de mujer que salen en mitad de la carretera con fardos de plantas (y otras cosas) que triplican su peso ... ¿Hemos encontrado la evolución de los pelopaja a peloplanta? ¡Tengo que llamar a Iker Jimenez!

Tras ver como un par de monas se peleaban (unas italianas que demostraron tener menos educación que los monos que rodeaban el templo, monos que a partir de ahora pasaran a ser llamados "monos cabrones"... ¡porque ellos lo valen!)




Pues con el templo cartografiado, esquematizado y fotografiado hasta en sitios que estoy seguro que los monjes que viven allí no son conscientes de su existencia, cogimos una carretera rural (más mujeres seto, y niños seto también ... Me faltan los niños enanitos de jardín, pero serán la próxima evolución, supongo) que nos dejó en Venecia ... ¡espera! ... déjame mirar el mapa... no, perdón, en Udaipur.




Instalados en el hotel, salimos a dar una vuelta para acabar misteriosamente en mitad de una fiesta del templo solo para mujeres, donde "misteriosamente", Ester se pierde en medio del barullo y casi la tengo que sacar del escenario (no tengo muy claro que no incluya un sacrificio ritual ... ¡Aún tengo Indiana Jones muy reciente y escucho susurros de Kalima!). Pero gracias a que la música se acaba bruscamente (alguna de las que bailaba como una loca ... creo que ha matado a otra con la dentadura)... es el momento que aprovechamos para salir del templo... Eso si alguna clase de poder real le ha dado a Ester: fue capaz de parar una masa de adolescentes con una palabra: ¡HUSBAND!, que como palabra en si no parece mucho ... Pero cuando le preguntaron si venia con alguien, esa respuesta parece que los congeló en mitad de las escaleras del templo.... Cuando nos fuimos de la ciudad creo que aún estaban allí ...




Con el sonido de 100.000.000 mega vatios de potencia (pinchaba el primo sordo de Pocholo), que ya le gustaría a alguna discoteca, clavados en el córtex, nos fuimos a relajar cenando en la terraza y disfrutando de las vistas del lugar.

A la mañana siguiente, con el ritual de despertar al cocinero de turno para el café, salimos a disfrutar del contraste de la opulencia del palacio para acabar jugando a cartas con los lugareños a la orilla del río. Mientras, Ester disfrutaba haciendo fotos de los niños bañándose y de las mujeres limpiando en un agua que limpiaba por simpatía: la mierda del río acogía la suciedad de la ropa... porque esa suciedad se podía considerar una civilización propia.

Como nota curiosa, pudimos disfrutar de un mini encierro a lo san Fermín en un puente entre coches y estampida de vacas (la culpa de todo de un toro que... empujaba)... ahora sé que podemos sobrevivir a un encierro ... En Pamplona solo hay toros ... ¡¡¡no hay coches ni locos en moto!!!

En fin ... Que con la noche alta, nos fuimos aconsejados por la guía al Lotus Azul, que tenía mucha semejanza con el de Tintín... cenamos como nunca, tenían incluso una ensalada a la catalana .... eso sí, entrecot nada ...


-- Desde Mi iPad ... Exactamente donde se pueda....

^^c(_)