Antípodas, día 2. Madrid - Seúl (comprad acciones del Starbucks)

La situación actual es la siguiente: llevamos unas 36 horas sin dormir bien (sarna con gusto no pica), hemos perdido un día así a lo tonto en el avión (y eso que lo hemos buscado bien... hasta hemos sacado la moqueta a ver donde se ha puesto) y el viento en cola nos ha dejado una hora antes en el aeropuerto de Seúl (a las 5:15... el tío que montaba la pista la ha puesto con las prisas (y ha dejado algún bache).

Del vuelo, destacar un detalle preocupante: la comida estaba etiquetada con HD en todos los platos (y las películas en screener). El resto lo clásico: persecuciones a media noche en busca de café, asaltos ninja a las cajas de galletas, discusiones filosóficas con gente que no habla nuestro idioma, pedir entrar a ver al piloto... Lo de siempre :)



Seúl nos ha sorprendido (hasta hoy era una ciudad desconocida en nuestras rutas... no creo que sea la ultima vez que nos veamos): es otro mundo! Es... como decirlo finamente... una versión de Tokyo (pero con algunos detalles importantes para pulir, uno concreto es la limpieza de las calles), con lo que a las 05:30, los comerciantes ya estaban montando las tiendas del aeropuerto... el sol aún en pijama y aquí ya estaban vendiendo.

Aprovechando que la gente hacía cara de estar más dormidos que nosotros (todo el día cansados que van, con los párpados casi pegados) hemos conseguido una taquilla gratis para guardar las cosas que llevamos en la bolsa de "ataque" y que serán innecesarias durante la visita a Seúl. Además hemos negociado unos wones con los 3 billetes que llevábamos encima (literalmente, dos billetes de 10€ y unió de 5€)... total, unos 35100 wones. Con una extraña sensación de riqueza, nos hemos ido a buscar el tren y asaltar Seúl a la carrera.




Seúl ha resultado ser tal y como la vimos en google Earth: una ciudad moderna y llena de hombres de negocios, mujeres elegantes (no todas), algún travestido curioso y varios "homeless" ubicados estratégicamente en las salidas del tren (supongo que a la caza de algún extranjero despistado... pero con los ojos que traíamos y el sudor acumulado desde el lunes, seguro que nos han tomado por dos de ellos).




La ciudad esta plagada de enormes edificios, a la sombra de los cuales hay un micromundo aparte de la ciudad de negocios: callejones llenos de restaurantes, edificios antiguos aprovechados como tiendas de arte, tiendas llenas de luces y botoncitos (que gracias a que estamos al principio del viaje y no hay espacio, se han librado del pillaje y el saqueo), la antigua capital con sus palacios imperiales llenos de edificios protegidos, ejercicios de cambio de guardia, abuelos pintores, y escuelas llenas de lemmings (alguno sorprendido más por la gente que le rodeaba que por la historia que le intentaba enseñar el profesor, por cierto... las broncas a los estudiantes suenan igual en cualquier idioma).







Aconsejados por una de las chicas de información del aeropuerto, nos hemos ido a comer en una calle X (señalada aleatoriamente en el mapa) y nos ha aconsejado un restaurante (que me niego a reproducir con la escritura: primero porque no sabemos lo que pone, y segundo porque llevamos fatal el coreano... si el japonés es complicado, el coreano más). Finalmente nos hemos puesto a "callejear" hasta que hemos encontrado uno que nos ha gustado... hemos llenado el cristal de babas mirando comer a la gente, y luego hemos comprobado con la comida que ha sido una buena elección.




Ya de regreso al aeropuerto, hemos pasado por el Ayuntamiento, en la plaza del cual estaban montado a primera hora de la mañana un mercado de alimentos coreanos... y cosas gratis, así que nos hemos unido a las hordas de ancianos busca chollos (recordemos que aquí aprenden a dar patadas voladoras antes que a caminar, mejor ir de buenas) y hemos pasado en plan "Tierra Quemada" por la zona.




Como somos conscientes que en Australia no nos dejaran entrar comida, no hemos dejado rastro de nuestra... "aventura pirata". Huyendo de unos abuelos que no han pillado el chiste que nos lleváramos los últimos palillos gratis de muestra, nos hemos refugiado en el aeropuerto de Seul, donde armados con el enésimo café (creo que hemos probado todas las marcas nacionales, las internacionales famosas y de una cafetera "abandonada" en una casa "semiabierta"... el mono es el mono) hemos localizado una señal WiFi "correcta" y posteamos esto (mientras los de seguridad no echen de menos la escalera, dos cámaras y una de las antenas de la torre, creo que lo conseguiremos hacer :) ).

En un rato, otro avión, y AHORA si... Australia!!!
Última llamada para el vuelo con destino a Sydney de Oceanic... ¡espera! ¡¡¡ese es nuestro avión!!! ¡¡¡hasta ahora!!!


Efemérides:

- Mari, felicidades desde algún punto indeterminado del mundo!
- Carla, hija de Carlos, bienvenida al mundo... Digan lo que digan, los zombies son peligrosos (ya te daremos un curso de Resident Evil, bajo supervisión paterna, tu madre mejor no se entere).




Do the gangam op op op op op oppa, heeeeey sexy lady (sonado en todos los lados)

-- Desde Mi iPad ... Somewhere in the infinity of the void!

Ubicación:운서동,Inchon,Corea del Sur