Quedan 36 días... In desert lands, I bring you love.

Son las 700 zulú, el despertador no ha pillado la indirecta, se ha aliado con el sol y una pandilla de gallos y con un concierto a capella han conseguido que el sistema motor básico inciara su recalibración matinal (detectado fallo en el suministra de café, hoy será un día raro).

Después de decidir que esta noche iríamos a la búsqueda de esos amables gallos y les explicaríamos los conceptos "vacaciones", "dormir" y "vudú", salimos hacia el desayuno incluído en la habitación... con el tiempo justo para salir hacia el bus...

(momento de pánico 2, el gps se activa y nos posiciona en el hostal... aquí las cosas van a otro ritmo).

No hay café, no hay desayuno... a partir de las 8:30 quizá, así que antes que decida avanzar la hora del sacrificio, Ester consigue un par de bocadillos (pan con mantequilla y mermelada), y entre bocados llega el autobús.

La chica, que ha decidido que solo hablo inglés (para variar), entre otras cosas nos informa que en el tour de hoy hay un desayuno tardío (ella lo llama snack) y comida típica (alarm alarm... ¿¿¿que es típico aquí???).

Primera parada: Toconao, un pueblo con una iglesia y una tienda de llamas (el animal, aún no se ha despertado el complejo de Nerón ). En realidad, el pueblo es famoso por su exportación de piedra pomez y fruta (no en el mismo pack) y su artesanía (alarma de comisión de ventas detectado).

Segunda parada: Salar de Atacama y laguna Chaxa. Simplemente impresionante. Un paraje que bien merece la visita, con sus flamencos, sus bichos del agua (juro que ha dicho el nombre, pero la falta de proteína de café ha hecho que no se grabe en la memoria), sus vistas, su sol que ya ha empezado a aplicar su entusiasmo (estamos en el desierto... o sea que solo hace su trabajo lo mejor que sabe).

Aquí ya empezamos a quemar cámara... en realidad, hasta ahora casi no ha salido de la funda... empezaba a preocuparme no oír el martilleo de la cámara como banda sonora de fondo de un viaje.

Y refrigerio (galletas, chocolatins y zumo) después de la sesión de fotografías (algun flamenco hasta se ha molestado).

De allí, una hora de viaje, unos 1500 metros de desnivel (ascendiendo) y unas vistas dignas de la luna.

Tercera parada: las lagunas altiplánicas Miñique y Miscanti.

4100 metros de altura y no tenemos el mínimo síntoma de mal de altura... se lo hemos preguntado a los duendes del camino y nos han dicho que es totalmente normal, que es solo un invento de los colombianos para la venta de coca en aspirable.

Ahora en serio, 4100 metros y la paranoia que teníamos que caminar como los astronautas (muy poco a poco y parando cada x metros, que decía la guía). En nuestro caso ha sido bastante más parecido a Asterix en la Legión (con un poco menos de internacionalidad en nuestro grupo... italianos, brasileños y autóctonos de la zona y colindantes).

El sitio merece la pena (y no por haber pagado le hacemos la pelota). Eso sí, quizás un poco más de tiempo no hubiera estado de más... me parece que la que está con mal de altura es la guía...

Tras la visita a las lagunas altiplánicas y su sesión de fotos (y videos en hd... que salgan como en los anuncios ya es otra cosa) nos dirigimos a...

Cuarta parada: Socaire, el pueblo donde dan de comer y hay una iglesia... poco más. Un par de anécdotas sobre el sistema de regadío que establecieron los incas, un par de comentarios sobre los conqustadores españoles (es la broma del mes, por lo que parece... total... somos catalanes, y cuando se lo decimos, la cara rara es la suya).

De la comida, la tipica. Lo que sí que sacamos es bastante información de diversos lugares para "dejarnos caer" en la ruta (y descubrir que la gente flipa por el tiempo de viaje y la afición que estamos cogiendo a los buses).

De regreso, ya en San Pedro de Atacama, nos sentarnos en un bar para "buscar información" usando el wifi mientras disfrutamos de un café... ¡EXPRESO!

y a ver si podemos colgar Post i Fotos.