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dimecres, d’octubre 03, 2012

Keep calm, and drive on left!!! (Cape Tribulation - welcome to the jungle)



Ya hemos perdido la cuenta de los días (y en vista que no va a mejorar... estamos de vacaciones, el calendario lo hemos quemado) y la conexión en el norte del país tampoco es que sea una maravilla (algún correo y SMS hemos recibido subiendo montañas, pero tampoco estábamos por la labor)... abróchense los cinturones que vienen curvas... y todos los coches en contra dirección :)
De la noche anterior, con sus lagunas pertinentes, había un partido de rugby, muchas cervezas, pizza, híbridos no especificados sobre su sexualidad, muchas risas y alguien dijo algo de un coche (he aquí el quid de la cuestión). Por la mañana, Adrian de IPA, nos vino a buscar con su coche a la casa árbol y nos llevó a buscar un coche de alquiler.
Como somos tan hábiles con las jergas locales (un poco tirados pa'lante), no sabemos decir que no a un reto (en serio, algún día nos lo tendríamos que mirar) y encima, alegando que ya sabíamos conducir (curso de 3 horas en Japón, con diferentes opiniones sobre el resultado), salimos a la calle. Entre el diluvio (no querías retos... ¡dos tazas!) nos esperaba el bólido, de importacion, japonés, sin casi maletero, (pena que no fuera un deportivo...), un bonito Nissan Micra de color indefinido (algo entre el naranja y el color crema), con ponis en vez de caballos (ideal para no gastar mucho, que aquí la gasolina también está cara).
Tras explicarnos otra vez que el carril nuestro estaba en la izquierda (no se fían mucho... yo tampoco, pero no lo diré) y después de varias veces entrando por la puerta incorrecta, conseguimos iniciar la marcha (con un problema NO superado con los limpia cada vez que marcábamos el giro) camino (a la perdición) hacia las tierras del norte por la "highway" .

El concepto highway es una opinión (muy optimista) sobre lo que tendría que ser, pero por lo que hemos visto, la diferencia es poco más que las líneas pintadas en el suelo, y si hay, o no, asfalto.
Encarados hacia el norte (la brújula, por ahora, no miente), nos hemos enfrentado (con gran éxito, he de decir) a las rotondas totalmente al revés, a adelantamientos (las primeras veces nos quedábamos demasiado en el carril "europeo"... suerte que amablemente nos hacían sitio en la carretera y nos saludaban con luces y pitos), a la lluvia, al resto de conductores acostumbrados a la derecha y ¡¡¡algunos sustos!!!

100 o 150 km después, tras una carretera que bordeaba la costa (con una visión brutal del trópico y su vegetación), y la tensión muscular en vías de desaparecer, hemos llegado a nuestro primer punto del mapa (mapa aproximado, que más de una vez nos ha perdido más que guiado... suerte del GPS).
Daintree Forest Village, población que podríamos decir que el mismo cartel del nombre delimita (1 isla de casas... pero llamarla isla es como decir que Perejil es una isla apta para 4 discotecas, hoteles y parque de atracciones), donde recogimos más información (que al final tampoco leímos) y nos fuimos hacia más al norte a buscar aventuras en la jungla.

Tras cruzar el río con un ferry (con unos vales que nos dió Adrian) nos enfrentamos a el Daintree National Park, cocodrilos, grullas salvajes, cogutas terroneras, ranas del tamaño de un escarabajo (el coche), babosas que muerden y se enganchan, y un montón de cosas más que ¡¡¡podíamos chafar con el coche!!!

Nos paseamos arriba y abajo de la zona por la parte que podíamos utilizar el coche, paseamos por los diferentes miradores y caminos de trekking (de 300m a 600m de trekking) y disfrutamos de las vistas que ofrecía el paraje... Un sitio ideal para perderse (de hecho había carteles de un chaval que así lo hizo), sin cobertura, con playas enormes para disfrutar del sol y las vistas (aquí, a parte de la fauna marina peligrosa ya típica de todas las costas, se le tiene que sumar el factor cocodrilos) que por la noche son simplemente impresionantes.
Después de marcar los caminos y zonas de interés en el mapa (es curioso lo poco que coincidían con el del puesto de información, las "ciudades" o "poblaciones" eran cruces de carretera - buscamos por la zona por si eran subterráneas... no- ) nos fuimos a buscar el lugar donde dormir. Decidimos empezar lo más al norte posible. Nuestra primera (y única parada) fue en el albergue PK's, donde sin demasiada negociación nos dieron por precio de dormitorio una cabaña propia con wc y ducha.


Instalados, salimos a explorar la zona y a informarnos sobre la subida al monte Sorrow, y después nos quedamos disfrutando del placer de estar de vacaciones, sentados en un sofá en medio de la jungla, con un café, oyendo grandes éxitos musicales de los 80 (la radio tampoco funciona... era eso o el coro de sonidos de la jungla... que no para ni durante la noche).

Con la luna ya en su sitio,
nos plantamos en la playa a disfrutar de su estado totalmente pleno, que iluminaba toda la playa, con sus palmeras, su arena, y sus cientos de ojos saliendo de mocasines de piel mirando con cara de hambre a los escasos paseantes.
Fotografiamos la luna hasta la saciedad y abandonamos a los mocasines devorando una chica que dormía en la playa (es lo que tiene no leerse las advertencias o mirar los dibujos), y nos fuimos a dormir, que al día siguiente iríamos a coronar la montaña y a buscar mocasines de tamaño extragrande.

Equipados en plan "El Último Superviviente" salimos a enfrentarnos a un nuevo reto: ¡¡encontrar el camino!! (sigo pensando que un post it de color verde en la selva detrás de un árbol NO es la mejor manera de indicar un camino).
Afortunadamente, el resto del camino sí estaba marcado con tiras de colores "llamativos" (o eso, o nos encontraríamos con la Mowgli's pride party), y fue más o menos fácil de seguir, incluso en tramos difíciles ¡¡habían puesto una cuerda para escalar!!

Hasta que el clima tropical volvio a hacer de las suyas. A poco más de 15 o 20 minutos para coronar la cima, empezó a llover... con ganas y gotas a veces como cubos de agua, y un vientecito como para poner un galeón haciendo el caballito. Así que tocó regresar a la cobertura de la selva y bajar la montaña ¡¡como fuera!! (aquí me gustaría ver al de la tv... le enseñábamos como hacer rapel sin seguridad ninguna con todo el suelo lleno de agua y barro).

En el fondo, el clima tropical es un cachondo (por no decir otra cosa), y cuando ya estábamos casi saliendo de la jungla, mojados, sucios, agotados.... salió el sol (y con ganas, el jodio).

En el estado en el que nos encontrábamos y sin perder las ganas de seguir (inconscientes), nos fuimos a buscar un café calentito y ¡a por los cocodrilos!.
Dando cuenta de las provisiones, nos plantamos a descansar en el lugar de recogida del barco que nos llevaría a ver cocodrilos.

El hombre que apareció era una versión obsoleta de explorador turístico de los 80 (definitivamente, la isla esta en otro plano espacio-temporal, pero se perdona) y el barco había pasado la primera revisión ¡antes que el de chanquete!
Después de explicar las típicas batallas de pescador (en este caso, cazador de cocodrilos) sobre especímenes y tamaños, y de intentar vender el negocio un par de veces, finalmente vimos cocodrilos!!

De manera providencial (en varios aspectos) nos llegó un SMS de Adrian invitándonos a una barbacoa en su casa (si nos apetecía) y a dormir. Como tampoco teníamos planes para dormir, el coche ya estaba dominado y teníamos que devolver el coche la mañana siguiente (y la zona ya la teníamos más que disfrutada) nos fuimos acercando a casa de Adrian.
Hay que reconocer un momento de placer, conduciendo por la costa, ventanas bajadas, el olor a océano entrando, el sol poniéndose detrás de las montañas y "Lonely Boy" de The Black Keys en la radio fue una sensación increíble.
Tras parar a comprar unas cervezas (código internacional del invitado sección 2) y vino (sección 2.3), nos plantamos en casa de Adrian, donde comimos, bebimos, reímos, y estuvimos geniales (amenizando la velada con las historias de las serpientes de la zona y sus debilidades por los perros), hasta que el cansancio nos pudo a todos (cosa de la 01:09 am) y tras revisar la cama de invitados no deseados... Nos acostamos.


Mañana (o no) más!

Ubicación:Moss Rd,Aloomba,Australia

1 comentari:

Anònim ha dit...

no se di son mas peligrodos lod futuros mocssines o vodotros cpn el chip cambiado a la hpra de conducir. nosottos tambien nos adentramos en el peligtpso mundo drl monte y 1kg de rovellons qie cogimos, el15vamos vpn el resto de la famili un besote aventureros