traductor

English French German Spain Italian Dutch Russian Portuguese Japanese Korean Arabic Chinese Simplified

dissabte, d’octubre 13, 2012

In desert plains... I bring you sun!



Después de desayunar (o a la hora que era, casi era una cena tardía, o un aperitivo post fiesta y pre cama), acompañados por un profesor navarro que hacía sus americas personales antes de enfrentarse a las bestias que habitan sus clases (pre y adolescentes en pleno descubrir de las hormonas), nos encontramos en un microbús acompañados por una pareja de Corea, un par de chicas de Lisboa, una chica solitaria y el coro de Taiwán concentrado en 3 chicas (de nombres extraños e imposibles de pronunciar correctamente si no puedes mantener una nota encima de los 30.000 dB), y nuestra guíaconductora "Bec".

"Bec" nos explicó el viaje, así a grandes trazos lo que serían nuestros siguientes 3 días, usando la megafonía del microbús, y teniendo en cuenta que a la que se sale de Alice Springs no hay cobertura de nada, puso música casi plagiada a lo que tengo yo en el iPhone... el viaje promete (a parte, la música hace que el coro de las 3 Marías, o Taiwán Team, como lo bautizó la "Bec", hace que estén más o menos en silencio).

El viaje Alice Springs -> Kings Canyon es una línea continua en la carretera solo interrumpida para poner gasolina, paradas técnicas (la carretera es muy larga y recta, es hipnótica) y algún Wc.
Como curiosidad, el precio de la gasolina tiene un crecimiento exponencial muy interesante, de hecho, se cree que el centro informático "secreto" de Alice Springs es solo un estudio sobre el valor de aumento (se cree que el proyecto ha costado más que el acelerador del suiza)... ah, y el de los helados también. La ventaja que los americanos estén espiando (o estudiando) estos valores, hace que misteriosamente en mitad del desierto encontremos Wifi.

Una de las cosas que tiene este tipo de viajes es el "do it yoursef". Así que, a la hora de comer, montamos varios equipos: las taiwanesas se dedicaron a preparar las verduras y las ensaladas, las portuguesas a limpiar cazos con los coreanos, y la chica solitaria (también resulto ser de Taiwán, pero esta jugaba en otra liga) y nosotros nos apoderamos de la cocina. Hoy, ¡¡¡barbacoa!!!
Nos quedamos desolados al ver que no podríamos hacer fuego, y que el concepto barbacoa se hacía sobre una paella enorme alimentada con gas y con hamburguesas empanadas (que en un descuido nuestro fueron bañadas en aceite por la guía, ¡traidora!)... Cocina inglesa, again (a la que podamos la liamos en la cocina).

La primera parada (de visita) fue el Kings Canyon, una version mini del cañón del colorado y con distintos orígenes (aquí, el agua que fluye es más una anécdota que un culpable directo). Descubrimos que, o nosotros estamos demasiado "emocionados" por estirar las patas y trotar por las montañas, o la gente no tiene "espíritu" (que viendo el calzado de alguna de las integrantes del coro Mariano de Taiwán, y la cantidad de agua que llevaban para hacer una caminata por el desierto, no me extrañaría). Eso sí, ha habido ratos que "Bec" nos ha perseguido con la lengua fuera (me parece que, o vamos muy rápido, o los grupos son bastante más lentos normalmente).





Hemos decidido que los seguiremos en la distancia y nos dedicaremos a quemar tarjeta de memoria de la cámara (que el sitio también se lo merece), y podemos disfrutar un rato más. El problema radica en que alguna de las taiwanesas aprovecha nuestra "marcha alternativa" para pararse a descansar (cada 100m... esta chica no sabe donde se ha metido). Bajo la amenaza de "Bec" y su pistola de agua (curiosamente el miedo a que la desmaquille ha tenido más efecto que una real), hemos conseguido unir el grupo otra vez en una zona (que ha sido aprovechada para hacer un alto en el camino) llamada el Jardín del Edén, que en la época de lluvias es un pequeño vergel entre las áridas tierras del desierto, lleno de agua en sus diversas pozas, vegetación y animales (nosotros solo pudimos ver los restos... y aun así era espectacular), sin poder llenar las cantimploras más de lo que dio la reserva extra de "Bec" (la mayor parte del grupo había extinguido las suyas, nosotros aun teníamos la mayor parte de las nuestras... si esto fuera un concurso de supervivencia, solo tendríamos que esperar y mirar para ganar).
Con el sol ya ocultándose en el horizonte (que está muuuuuy lejos... es como estar en mitad del océano pero con tierra) nos fuimos a cenar (eso sí, parada técnica a ducharnos y piscina, si querías).

Al llegar al sitio de dormir descubrimos que "Bec" había preparado espaguetis para cenar (modelo estudiante recién salido de casa). Recuperamos una hamburguesa y café en mano mientras el resto se pelea por los espaguetis, nos deleitamos con el mayor espectáculo que se puede ver aquí, el cielo, en su inmensidad (más o menos los trozos que las nubes nos dejan ver).
Mientras limpiábamos los cacharros, "Bec" nos explicó la técnica ancestral para preparar los "Swag" unos sacos de dormir australianos con colchoneta en el interior, en los que introduces tu saco de dormir, y con una tapa que con un poco de habilidad sirve tanto para taparte la cabeza si te molesta la luz como para crear barreras contra el viento (por experiencia).
Nos dormimos bajo las estrellas... hasta que salió la luna (hacia las 3:00 am), que iluminaba como si un sol pálido hubiera salido (al principio creí que estaríamos de suerte y sería un ovni... pero al ponerme las gafas descubrí que no hacía falta montar un espectáculo, ya nos consideran raros... mo hace falta alimentar el mito). Aproveché la tapa y a descansar, que en unas horas saldríamos hacia ¡Uluru!

Desayunados (desayuno normal & café), salimos hacia Uluru. El día se había levantado ventoso, y el polvo hacía que Uluru solo fuera una imagen parecida a las películas del antiguo Canal+ sin nada demasiado definido, y solo visible si sabías lo que mirabas (el boxeo del viernes sobretodo, lo malo eran los colores... seguro que todos pensábais lo mismo).


La visita a Uluru se basa en 2 recorridos (subir no solo era un "insulto" a los aborígenes, si no que encima el viento no permitía poner un pie con seguridad): uno de 10km rodeando toda la montaña, y otro de 5km, ambos en compañia de unas moscas AÚN más pesadas ¡que las de Alice Springs!


Nos dispusimos a hacer el recorrido completo (yo disfrazado de ninja, hábilmente modificando el buff, y Ester a unos metros de mi diciendo cada 3 metros que no nos conocíamos)... al parecer fue tanto nuestro entusiasmo que el Taiwán Team decidió que no sería tan duro (craso error), la pareja de Corea también hicieron el mismo recorrido (pero ellos ya sabían lo que se hacían).



Hay que reconocer que hay rincones espectaculares en Uluru, y se ha de recorrer por completo (incluso varias veces si se tiene la oportunidad). Está lleno de paradojas (no se puede fotografiar una pared, pero a la mitad sí se puede... cogiendo en el ángulo perfectamente la parte prohibida), y otras que surgen al caminar por allí (cada uno las suyas, el sitio da para pensar).
Al llegar al fin de la caminata, un pequeño refrigerio, y "Bec" a correr (un poco a lo dibujo animado y Casa de la Pradera) a buscar al Taiwán Team, que teníamos que ir a ver la puesta de sol en Uluru.
Por desgracia, la puesta del sol no fue tan espectacular como tenía que ser, ya que el viento constante y la neblina de arena que levantaba hicieron que solo fuera especial :)
Eso sí, nosotros aprovechamos para hacer nuevas amistades japonesas, y encontrarnos unos madrileños que lo único que dijeron fue que 2 a 2 (luego lo entendimos) y desaparecieron al saber que éramos catalanes acompañados de unas portuguesas mientras nos hacíamos fotos chorras con la taiwanesa (la solitaria, una estudiante que mucho inglés aún no había aprendido o no hablaba por miedo... eso sí, reírse mucho).
Luchando contra el viento, con la promesa que para cenar haríamos alguna cosa a la barbacoa al estilo catalán (a la brasa, como se ha de hacer) y con la leña que recogimos en camino (un poco a lo vasco, lo reconozco... llevar el tronco entre Ester y yo generó alguna risa nerviosa)... ¡Esta noche cenamos como dios!
El menú era filetes de carne canguro, butifarras de carne de camello y filetes de carne de buey de Australia, acompañado de pimiento y cebolla "escalivats", patatas "al caliu" y pan con "tomata". Pero mientas preparábamos la pira como para salvar a varias brujas a la vez y haciendo oídos sordos a nuestras sugerencias, "hicieron" la carne en la paella de gas. Salvamos las verduras y patatas, y conseguimos hacer un poco de pan (hay que decir que les encantó y luego se arrepintieron... ellos se lo perdieron).

Por la noche, café a la luz del fuego (y cobijo, que el viento era duro y frío) unos "Masmellows", y a luchar contra el viento dentro del saco (montando fácilmente un parapeto usando la mochila y el cubrecabeza). Y así una siesta hasta que el ruido de la cafetera empezó a sonar, ¡había que salir a ver el amanecer sobre Uluru!
Describir el amanecer es difícil, es algo que en el fondo sucede cada día (y esperemos que siga así), pero es como ir a ver una reedición de La Guerra de las Galaxias: es algo que has visto miles de veces, pero hay algo mágico (como esperar que hayan borrado digitalmente al... déjemoslo). Un par de imágenes son mejor que mi verborrea.




De alli a las "Olgas", otro bonito trekking de unos 7 km que en la entrada tiene un bonito cartel que advierte de no hacerlo si la temperatura excede a los 36ºC (entre el viento que pone paralelas al suelo y el cartel, esto promete).




En realidad, el viento hace que el sol no sea tan "joputa", pero sin él y un rato más tarde, aquí se puede cocinar en el suelo ¡¡¡seguro!!! (tienes que venir con sandalias, y al salir con hambre de bacon con queso!). La cámara sacaba humo ¡y no del calor exterior!
Después de la caminata y habiendo desayunado a las 4 de la mañana, el hambre era ligeramente un problema al tener más decibelios que los gritos de Taiwán Team. Así que regresamos al campamento base para hacer unos bocadillos, repartirnos los restos de comida según las normas de bankog (o a lo "Battle Royal"). Sea como fuere, llenamos nuestra bolsa.
Y por último, el clásico intercambio de direcciones para enviarnos las fotos. De hecho, ahora recuerdo que no cogimos ninguna... ¡y las fotos de grupo las hicimos nosotros! bien, bien por nosotros... pero supongo que buscando por internet seguro que nos encuentran (o no).
De allí, regreso a Alice Springs, con la incorporación al grupo de una pareja inglesa de edad avanzada con ciertos problemas de intolerancia hacia la falta de disciplina (la versión británica de la Srta. Rottenmaier, pero con la flema inglesa... nada que un loco disfrazado de ninja no pueda arreglar).
En la primera parada, dejamos a las portuguesas en el aeropuerto de Uluru (llamarlo aeropuerto es ser generoso, los aeródromos de casa tienen más infraestructuras).

La vuelta fue una copia en rewind del viaje de ida con casi las mismas paradas, hasta llegar a nuestro nuevo hospedaje, encontrado por internet como uno de los más baratos (sinceramente nos preocupó el precio, más barato que dormir en una habitación compartida), preparados para dormir en una parcela de tierra a merced de los elementos (otra vez, pero sin los Swags). Llegamos al complejo, un recinto a unos 3 km de la ciudad, al pie de McDonnel Range con una doble alambrada y un pequeño regusto a prisión federal desde fuera... en realidad, es uno de los clásicos resorte con todos los estilos de viajeros (caravanas, tiendas, habitaciones normales y suites). Al entrar en la recepción, la chica nos dio una llave y nos dejó en un mini apartamento (1 cama de matrimonio + 1 cama individual, baño privado, nevera y electrodomésticos para hacer comidas). Sin dejar tiempo para que se lo repensara, entramos dentro y nos hicimos fuertes (si quieren sacarnos, les costará).
Ya en la habitación, aprovechamos para hacer recuento de la ropa limpia y útil para continuar el viaje. Consideramos que 3 pares de calcetines (uno sin pareja) y 2 camisetas de manga corta no eran suficientes, así que... ¡¡noche de limpieza de ropa!! (y sacar de las mochilas y calcetines unos 3 kilos de arena, que seguramente nos costarían dinero extra en los próximos vuelos),
todo amenizado por la compañía de mini canguros (wallabies) en su hábitat natural (la roca de aquí al lado) que llenan el complejo (se ve que una valla es para que no se escapen, la otra contra los "Zombies" aborigenes que por la noche salen a la caza de alcohol y comida).

El resto de los días que nos quedan en Alice Springs, básicamente, los dedicaremos a planificar Nueva Zelanda, gestionar las 3 tonterías de Melbourne (coche, dormir y comer), descansar (o perrear un rato). Ayer vimos que hacen una especie de Olimpiadas por aquí... pero viendo el nivel de algunos participantes, nos planteamos participar como estado independiente (la mayoría son viejunos o de forma circular), pero para competir en canicas, pesca con dinamita y piedra-papel-tijera-lagarto-spock, todos los puestos estan ocupados... otra vez será.
Pd. Gangam Style está en el número 2 del Billboard de este rincón del mundo.
Pd2. Seguimos valorando la posibilidad de quedarnos en Australia :)
Pd3. No creo que hagamos actualización hasta el lunes mínimo (o quizás más tarde). Si hay alguna cosa, correo :) y si hay wifi, Skype :)
Pd4. No nos entran los canguros (wallabies) en la mochila... otra vez será :)
Pd5. En serio, los aborigenes son como zombies...
En un par de días, ¡¡to the Great Ocean Road!! (allá por el sur del sur), si no acabamos saliendo en uno de esos programas de viajeros de Australia :)

^^c(_) -- Desde Mi iPhone , Somewhere in the galaxy

Ubicación:Bloomfield St,Gillen,Australia

2 comentaris:

Gonzalo ha dit...

Marco dixit:"Describir el amanecer es difícil, es algo que en el fondo sucede cada día [...] es algo que has visto miles de veces, pero hay algo mágico"

De lo mejorcito que he leido en tu blog, resume lo "bien" que podeis llegar a estar.

PD:Gracias por actualizar ;)

Anònim ha dit...

te estas volviendo de un poeta, que casi puedo ver las puestas y salidas del sol.

la otra parte aun tiene ese morbo legendario tuyo.

un besote enorme y continuar escribiendo que aqui os seguimos cada dia, por cierto ESter cada dia esta mas guapa
pa$ma