traductor

English French German Spain Italian Dutch Russian Portuguese Japanese Korean Arabic Chinese Simplified

dijous, d’octubre 25, 2012

1808.0 Km de Hobbiton, a las puertas de Mordor y pasando bajo tierra (ya parecemos Bilbo... en furgoneta, eso sí).



Después del post de Hobbiton, hemos decidido procurar no dar más rabia (pero será complicado, avisados estáis).
Habiendo recorrido Hobbiton y después de pasar por un chino de NZ (que son pakistaníes con la misma manía de seguirte por los pasillos... pero necesitábamos un multiplicador de enchufes de mechero y un par de cosas más), salimos carretera y manta hacia Waitomo, ¡¡¡a ver cuevas!!!
En Waitomo, nos pusimos en contacto con Paul de Green Glow Eco-Adventures, que nos proporcionó un campo privado para estacionar la furgoneta y poder pasar la noche allí (es gratis... no hay que decir nada más), y después de hablar, ver fotografías de los rincones de las cuevas (simplemente espectaculares) y comentar un poco los planes para el día siguiente, nos fuimos a cenar al pueblo (con el viento helado y racheado no había demasiadas ganas de sacar el infiernillo... o quemábamos la furgoneta, o simplemente la apestábamos y llenábamos de hojas).

Tras una cena "ligerita" (ironía) y dejar todos los excesos corporales en el wc del bar (y limpieza de dientes), nos fuimos corriendo a montar la cama en nuestra "base momentánea de operaciones". Durante toda la noche, estuvimos acompañados de todo tipo de sonidos nocturnos de animales, como búhos, pájaros nocturnos, algún mosquito despistado que chocó contra la furgoneta, alguna oveja con los ojos rojos, la clásica motosierra, algún hombre lobo -o loba-, hipnosapos, insectos varios y puede que incluso alguna ballena cantarina (o era del podcast y estábamos a medio dormir)... Aun así, con toda la filarmónica animal a lo Luis Cobos, conseguimos dormirnos.
Por la mañana siguiente, ya en casa de Paul y listos para salir (con nuestros bocadillos y todas las cámaras listas), Paul nos indicó amablemente que la ropa que llevábamos era demasiado "buena" o "bonita". Así que nos dejo él ropa adecuada (básicamente un par de conjuntos de príncipe valiente de lana de diversos colores chillones a rayas... parecíamos el hijo bastardo del payaso de Micolor y Robín Hood), que fue muy útil y caliente (después le dimos la razón en el tema ropa).
Disfra... vestidos para la ocasión y con los arneses ya colocados, nos plantamos en un campo particular donde previo al descenso libre en la cueva, nos explicó como utilizar el sistema de bajada (ligeramente diferente al 8 que conocíamos... y bastante más fácil de trabajar), y tras un par de caídas tontas, salimos hacia la aventura.
Fue simplemente espectacular (la resumiremos un poco), fueron 10-11h de:
1- varios rappels sin pared (aéreos) de 30, 20 y 10 metros... y varias veces, porque Paul es un enamorado de la fotografía y nos liamos a ser creativos. O sea, que repetimos mucho (y más que hubiéramos hecho si el padre Cronos no jugara en contra).
2- paseamos por ríos subterráneos (agua ligeramente por encima de la temperatura de congelación)... aquí la ropa ayudó mucho.
3- paseamos por diversas cuevas (o prolongaciones de las mismas) con barro hasta los tobillos y estalactitas milenarias.
4- pasamos por sitios donde había que arrastrarse a lo comando para pasar (con respiración sincronizada para poder acabar de pasar el cuerpo) para llegar a lagos ocultos debajo de la montaña.
5- comimos a oscuras para poder disfrutar de la fluorescencia de gusanos de luz que minaban el techo de la cueva (la versión animal del Gusiluz)
6- y varios cientos de fotos... ¡¡o más!! (Paul, a parte de ser un geólogo enamorado de su profesión, es un loco de la fotografía).

Solo ponemos una foto por lo de no dar demasiada rabia.
Y de la cueva a una ducha caliente (que la necesitábamos como el aire) en la misma casa de Paul... ya dormir (¡¡¡que estábamos destrozados!!!)
A la mañana siguiente (si por la noche hubiera pasado algo tampoco nos hubiéramos enterado, cosas del cansancio) nos fuimos a desayunar como los yayos al bar del pueblo (café de litro, plato caliente y "liberación de presiones internas") y acabar de decidir qué hacer y hacia donde dirigirnos.

Tras varias divagaciones y estudios aprovechando el wifi del bar, decidimos que iríamos a Rotorua, baños termales, géiseres y posiblemente los exportadores mundiales de las ¡¡¡¡bombas fétidas!!!! (qué peste).

En Rotorua decidimos ir a ver un pueblo Maori real, donde disfrutamos de sus historias (la guía era autóctona y orgullosa de sus orígenes), de las bañeras de agua caliente (80-120ºC... no teníamos tantas ganas de bañarnos, tampoco) y una actuación cultural típica (interesante y curiosa).
Tras un breve paseo por la "reserva" (o un poco Zoo, sobretodo a la entrada donde la "costumbre" es tirar dinero a los niños del río -sin tirar a dar, así no es deporte-... sin comentarios) y disfrutar de las comidas típicas hechas al vapor de las aguas termales, fuimos a dar una vuelta por el pueblo, básicamente a pasear por el parque de la ciudad que tuvieron que reconstruir tras una erupción de un volcán y una inundación de barro que arrasó con él (ahora se ve más limpio, pero dejaron pozas abiertas para que veas como quedó el parque y se expulsen los gases).

Tras eso, y después de llenar la furgoneta con comida para varios días, desechamos la idea de ir a Taupo... solamente hay oferta de deporte aventura y la GRAN decepción cuando nos hemos enterado que las losas gigantes que se ven en cientos de fotos NO son antiguas, SOLO tienen 30 años... O sea, que son bastante una turistada (a lo Polinesia de Portaventura). Así que nos dirigimos hacia algo que es de verdad... MORDOR !!! (bueno, sus escenarios, básicamente).

Es espectacular bordear el Lago Taupo y ver aparecer el Monte del Destino a lo lejos (ahora nevado, supongo que tras la película también lo apagaron).
Así que, mañana, seguramente atravesaremos las ciénagas, cruzaremos los páramos de las Bestias de la Oscuridad y nos pasearemos por Mordor... no sabemos aún si entre Orcos o personas...

... Mañana, ¡los Eldar dictaran!
^^c(_) -- Desde Mi iPhone , Somewhere in the galaxy

Ubicación:State Highway 47,Tongariro Forest Park,Nueva Zelanda

1 comentari:

Anònim ha dit...

que maravilla que celos hay quien fueta joven!!!!! ya hemos cambiado varoas veces la fregona
un muackkkkkkkkkkkk grande pa&ma