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diumenge, de juliol 31, 2011

Tokyo, cenando a lo grande!




Después de varias duchas y un par de litros de te caliente, que fue como nos metimos en la cama la noche anterior, descubrimos que no solo nosotros teníamos que pasar por la ducha, la ropa que tan gustosamente había recogido varios millares de litros de agua también tenía un cierto olor a rancio.

Con el plan por delante de ir de cena con algunos colegas de la zona, salimos a la búsqueda de algo de ropa para cubrir las necesidades urgentes.

Así que nos metimos en el centro comercial más cercano, y tras una pequeña "trifulca" con las tarjetas de crédito, conseguimos salir a comer y a la espera del Sr. Yamada.




El Sr. Yamada resultó ser un agradable hombre ya entrado en sus años que nos acompañó a descubrir uno de los festivales de verano que se celebran en la ciudad, donde Ester desapareció hasta que la lluvia o el fin de la fiesta llegaron (o ambas a la vez).

Comentando la posibilidad de refugiarnos de la lluvia y hacer un café, el Sr. Yamada comentó que conocía un bonito garito, no demasiado lejos de allí, a parte de muy cerca del lugar donde se iba a realizar la cena.

El garito resultó ser uno de los hoteles más bestias de la ciudad de Tokyo, donde solo el hecho de entrar hace que las visas tiemblen. Eso sí, el café y el macha (te al que Ester ha resultado ser totalmente adicta) están, como opina ella, BRUTAL!.




Al cesar la lluvia (o mejor dicho, en un momento en que se olvidó de continuar tirando agua a lo loco) salimos a ver las vistas desde el piso 45 del ayuntamiento de Tokyo (al otro lado de la calle), donde las piernas fueron capaces de notar la presencia del monte Fuji en la distancia ... ya que con la lluvia, las nubes no dejaban ver más allá de unos quilómetros.

Con ya el reloj marcando el paso ligero para la cena, volvimos a cruzar la calle para regresar al mismo hotel, donde el Sr. Yamada nos informó que era el lugar para la cena. Nos plantamos en un restaurante de alto standing, con pintas de ir a asaltar la ciudad, ante la flor y nata de los colegas de Tokyo (siempre hemos sabido quedar bien). Afortunadamente, después de un bonito discurso que yo mismo realicé en varios idiomas (con la cara de saber perfectamente de que hablo, pero juntando suficientes idiomas como para parecer listo .... Sin decir nada), consiguió que su sistema sináptico fallara lo suficiente como para que nuestros regalos parecieran mucho más chulos.

La cena, que haría las delicias de los fanáticos de El Bulli (y seguramente harían llorar a más de una economía familiar), resultó ser una reunión semifinal familiar con los colegas de Tokyo, un principio formal para acabar teniendo que vigilar con las copas que se rellenan solas "mágicamente".
Una cena muy interesante y entretenida!




Así que, alimentados como reyes, semifinal alcoholizados como .... Reyes ... Regresamos al ryokan a meditar que haríamos al día siguiente ....

Ah! Para variar, seguía lloviendo.

Nota para los .... Interesados: la cena no se realizó sobre el cuerpo desnudo de una mujer, así que no esperéis ver ese tipo de fotos de la cena.

-- Desde Mi iPad ... Exactamente donde se pueda....

^^c(_)

Ubicación:2丁目,Toshima,Japón

2 comentaris:

Anònim ha dit...

Asi que eso que tiene Esther en la mano se llama macha? que raro...si tu lo dices....

Gonzalo

Anònim ha dit...

yo me compro las chirucas, y me voy al gimnasio que con lo gamberros que estais..... cualquier cosa pero la peineta cae, como se os ocurra el agua de boi es buenisima!!!!!!!!!



pa$ma