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divendres, de novembre 29, 2013

T-2(1) Punta Arenas y un rato en Santiago de Chile




(Viene del anterior)

Hicimos una parada técnica en la localidad de Río Gallego, donde técnicamente se podían hacer pocas cosas, por lo que la estancia en la estación de autobuses fue la única opción viable gracias a que la consigna sólo estaría abierta durante un par de horas (desconocemos si es por el hecho de ser domingo o si existen otras razones ocultas). Así que nos hicimos fuertes en el bar: café enchufes y algo de wifi... ¿qué más se puede pedir cuando fuera hace un fresco más que interesante y un viento ligeramente intenso?

Y así fuimos gastando poco a poco (o café a café) los escasos pesos argentinos que teníamos en el bolsillo (saldo final 1'5ARS... ha ido justo).

El viaje en Pingüino Bus (la empresa se llama así) fue laaaaaargo e insulso... teniendo en cuenta que el autobús se averió y se tuvo que cambiar en la frontera con Chile, que una señora después de 2 horas de espera fue descubierta con tráfico de chorizos y que una argentina extremadamente pesada quiso dar clases a todo Dios sobre lo increíble que es su vida y que ella viaja mucho para que le pase esto (señora, viaja en un autobús barato... el más barato, ¿que quiere demostrar?)... Amenizamos el viaje visionando alguna cosa en la tablet hasta agotar todas las baterías... y llegamos a Punta Arenas con solo unas 3-4h de retraso.

Fuimos directos al hostal que Iñigo nos recomendó, Hostal Independencia (ducha caliente, camas interesantes, gran desayuno y wifi). Quizás la ubicación no sea la más adecuada, pero la relación calidad-precio resultó excelente (además, Eduardo, el propietario, se desvive por sus clientes y nos ofreció toda la información que le pedimos).

Una escaramuza rápida a un comercio (donde atiende un niño) para comprar algo de cena (las mandarinas y la fruta compradas para tal efecto se quedaron en la aduana chilena al no poder pasarlas) y a dormir...

Pagar 1000 pesos (1.5€) más por persona, que es la diferencia de precio del alojamiento con desayuno, es una muy buena inversión de buena mañana: tortilla, café, pastel de chocolate, mermelada, mantequilla, yogur, café, avena, fruta, leche, café... pan y café ... Así que el tema comidas lo teníamos bastante ligado.

El primer día lo pasamos entre un paseo (había que bajar el desayuno), localizar una lavandería, un poco más de información y pasear por la ciudad.












A la hora de la comida nos fuimos hacia el mercado municipal, donde se vende pescado y hay restaurantes de pescado baratos. Así que fuimos esperando un poco el mercado de Tsukiji (Tokyo), pero resultó ser el clásico (y más que correcto) mercado de toda la vida.

Buscamos un restaurante que cumpliera las tres B y una V (Bueno, Bonito, Barato y Vistas) y nos sentamos a comer mientras esperábamos que llegase la hora de recoger la ropa en la lavandería y la de la visita a los pingüinos (la primera).

Recogimos la ropa y a esperar el transporte para ir al Seno Otway, y también preguntamos a Eduardo sobre una compañía que nos llevara al día siguiente a observar la colonia de los pingüinos Rey (calculados los precios de las diferentes vías de llegar ahí, salía más a cuenta hacerlo así). Eduardo nos dijo que la empresa que nos llevaba esa tarde a observar pingüinos magallánicos era la misma agencia que la que le comentamos para el día siguiente, así que optamos por esperar a ver qué tal.





La agencia nos recogió puntual a las 16:00, e iniciamos el recorrido. A nuestro lado se sentó un americano-cubano de Miami, con el que estuvimos hablando durante todo el trayecto sobre los sitios que habíamos visitado y compartiendo información.

En el Seno Otway hay un circuito de pasarelas acordonado y guiado donde se pueden observar pingüinos magallánicos (que no es un pingüino mago+mañico), y su hábitat y unas bonitas torres de vigilancia encaradas hacia el océano y el infinito... ideales para la guardia en caso de aparecer un primigenio o un Kaiku.

Como en general, la agencia no parecía mala (tampoco la mejor... pero el cash empieza a mandar). Al regresar a Punta Arenas nos fuimos a contratar el viaje para el día siguiente, y de allí pasamos por el súper más cercano a buscar material (el viaje es barato porque entre otras cosas no incluye las comidas o bebidas durante el mismo).

En el Hostal cocinamos, charlamos (con una pareja de irlandeses que querían viajar a la Antártida) y a la cama... que con la tontería es tarde...

0630... Con un clima típico patagónico y las lagañas a medio camino de la separación dejamos de insultar al despertador para ir a la ducha, desayunar alguna cosa (Eduardo ya estaba con la tortilla a punto) y a medio Café salimos disparados hacia la furgoneta que nos pasó a buscar.

El vehículo, lleno hasta el límite, contaba con la presencia de una experta bióloga marina a punto de sacarse un master de pingüinología (o algo así)... No hace falta decir que Ester se preparó para hacerle un examen que dejará en ridículo el de su tribunal del proyecto.









Después de un trayecto de 2 horas en ferry hasta Tierra del Fuego y otros tantos cafés, hicimos una visita a la ciudad de Porvenir (chistes fáciles aparte), donde visitamos todo lo que había por visitar mientras esperábamos la llegada de 2 pasajeros extra (que no quedó claro si habían pagado, por lo que no confirmaron o simplemente -como luego vimos- eran unos impresentables). A destacar de la visita al museo de Porvenir es la historia de los lugareños de la isla antes de la llegada del hombre "sabio"... aunque tras la historia de como se tomaban las bromas de las mujeres... eran bastante igual de "sabios".

Con los dos "personajes" en el autobús (que decidieron por su gracia que se podían sentar en cualquier parte donde hubiera YA una mochila o algo ocupando asiento) y tras recolocar a la gente (la guía tuvo que ir sentada con las mochilas) fuimos a observar los pingüinos rey.

Son unas 2 horas de trayecto (a 114km de Porvenir) en mitad de la nada, con menos indicaciones que el manual de uso de una pelota, y aprovechamos para comer y disfrutar de nuestros 0,5m2 en el bus :)









Ya en el Parque del pingüino rey (el nombre no da mucho lugar a dudas) estuvimos masacrando a preguntas a las expertas, en los momentos en que no estaban llamando la atención a los dos "personajes" tardíos... ¿Tanto cuesta entender que NO se puede pasar? (Daban ganas que los pingüinos fueran carnívoros y que los energúmenos cruzaran el riachuelo, para gozo y disfrute de todos los que los padecíamos). Ya con la tarde alta y después de que nos llamaran a nosotros al bus (el resto ya estaba dentro con la calefacción a tope... no estaban aclimatados a la Patagonia) seguimos el viaje ya encarados al retorno (parada técnica para wc y café en el otro pueblo de la isla dedicado a la extracción de petróleo).

Entre una cosa y la otra, llegamos cerca de las 23:00 al Hostal, una sopa y a dormir... fuera llueve con ganas.

Tal como anocheció (aquí las noches son más cortas) amaneció.... pero esta vez a una hora más vacacional :) Fuera llueve... no... espera... ¡sol!... espera, que está nevando... ¿sol otra vez?... viento... Mmmmm sí, seguimos en Patagonia.












Desayunamos y salimos a disfrutar de la ciudad, acompañados de todas las formas de clima (nos decantamos por una vestimenta única y soportar las inclemencias, si no, el conjunto bañador, botas de nieve, paraguas, paravientos y gafas de sol hubiera dado mucho que hablar.... aquí se escandalizan rápido).

Entre otras cosas, visitamos el cementerio y la mejor picada de Chile, el Kiosko Roca, un garito de choripanes (minibocadillos de chorizo, queso y mayonesa), donde nos comimos unos cuantos con algunas bebidas un poco... especiales: un ejemplo es una Malta con huevo, es cerveza de la zona, un huevo, azúcar y todo en la batidora... de gusto... interesante.



Como el tiempo no acompañaba (seguía en modo random) nos metimos en un café. Otro dato curioso es que los museos cierran pronto, y la otra cosa a hacer es ir a la zona franca... y no estábamos para hacer un gasto ni para llenar de más cosas y peso extra las mochilas (rondan el límite permitido).

De allí, un paseo a comprar algo de cenar y a preparar las mochilas... acabó siendo un café caliente en el sofá del hostal mirando frikadas en la Tv mientras el tiempo se decidía por una opción.

Ya decidido por lluvia, salimos a la tienda de al lado, al final con la tontería nos habíamos quedado sin sopa... así que sopa y restos de comida...

Y a dormir, por ahora, la última noche en Patagonia.

08:30... Suena el despertador y salimos a desayunar, duchas, acabar con la mochila... Increíblemente ha cabido todo y mejor que el día que salimos (algo se ha perdido... ¿pero que?) y a esperar el taxi mientras hablamos con Eduardo de todo lo que aún podíamos hacer si tuviéramos más días... Pero no puede ser en este viaje (se plantea un viaje largo a explorar la Patagonia y Tierra de Fuego).



Y Taxi, despedida de Punta Arenas y a empezar el viaje de vuelta, unas horas en Santiago (parada y fonda en casa de Alfredo) y camino de casa ....

....
28h .... Y en casa ... Back 2 Work




^^c(_) -- Desde Mi iPhone , Somewhere in the galaxy

Ubicación:Avenida Armando Cortinez Oriente,Pudahuel,Chile

2 comentaris:

Gonzalo ha dit...

Bonito viaje.

QUIEN COJ..ES ANGUS MACLEOD!
San Google no me lo quiere decir!

Saludos

PD: Que bien vivís..no como aquí :P

Anònim ha dit...

buen viaje de vuelta, he disfrutado con vustros reportajes, una pena no poder seguir leyendo al dspertarme, que es mucho mejor que las noticias de choriceo ,,,,,etc de aqui
un beso
pa$ma